VOLVEMOS A LA ACTIVIDAD BLOGUERA

Cinco años hace. Cinco años desde que decidí descansar de la que, por entonces, era una actividad bloguera razonablemente intensa. Han pasado muchas cosas. Se han sucedido nuevos libros. No soy el mismo de antes, desde luego. Más viejo. Más lento. Menos sabio. Pero se ha mantenido intacto el asombro y la pasión por la literatura. Desde su génesis esta herramienta se concibió como un taller de lecturas, una posibilidad para comunicarme y reflexionar con otros. Sigo teniendo esa misma necesidad. Así que después de meditarlo durante un tiempo, he decidido volver a reabrir este espacio. No tendrá el frenesí ni la velocidad de 2011 y 2012, aunque trataré de que las entradas, los textos, los libros que aparezcan en los próximos meses sigan manteniendo el mismo interés para el lector de antaño. Vuelve a ser esa botella tirada al mar que regresa. Otra vez en mis manos, como si nunca se hubiera ido. No voy a engañar. Tengo miedo y melancolía. Miedo ante la posibilidad de no corresponder a la cadencia que todo blog imprime. Melancolía ante el sinsabor de una memoria lectora que se desgasta con los años. Haré lo que pueda para vencer ambas.

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