ME VOY A TOMAR UN DESCANSO BLOGUERO


Queridos/as,

Como imagino os habréis dado cuenta, durante los últimos meses apenas he podido reseñar libros que han llegado hasta a mí o que, simplemente, me interesaban. Lo siento profundamente. Debido a distintas obligaciones personales y laborales me voy a tomar una temporada de descanso en el blog. Lo lamento por todos/as aquellos/as que, amablemente, me habéis remitido vuestras obras. Y también por los lectores que, quizá, esperaban más actividad por mi parte. Voy a ver si tomándome un respiro temporal retomo con más energía y vigor. Un abrazo y muchas gracias por el apoyo.

Ernesto García López

MANUAL PARA ACRÓBATAS, DE PATRICIA FERNÁNDEZ-PACHECO



GEOMETRÍA

Me hago cargo, se avecinan
días difíciles para la cercanía,
para ese estar-piel-contra-piel
que no se compara con nada.

Pero tengo entendido
que la distacia más corta
entre dos puntos alejados
puede ser el rastro
(serpenteante)
que dejan
las palabras.


OMBLIGO

Una es el centro de la historia.

El centro entorno al que suceden
los desfallecidos adioses, las acrobacias,
los decorados, la pirotecnia.

El mundo es un corro de sucesos,
-lamentables o afortunados-
y una se enciende en antorchas o se mortifica,
según venga el día.

Una es el punto de rotación
de la tierra salvo por esos segundo
en los que el dolor ajeno
(anecdóticamente)
opaca el propio-dolor-de-una.


NEW YORK LA NUIT

Desde aquí,
la intemperie no es más que
cemento ribeteado
de antenas descoyuntadas y
tanques de agua.

Hasta que la noche se enciende
y se van fabricando, poco a poco,
infinitos caminos en llamas.

Es lo mismo que tu cuerpo
sobre las sábanas del final del día,
abriéndose en recodos,
inmenso cuando tiembla,
multitudinario en ventanas
cuando destraba sus postigos.

Por eso si abandonas
el universo de esta cama
(tienes que irte a no-se-donde, dices)
y, de manera imprudente,
te pones la ropa,

es igual,
igual que si la ciudad se apagara.


CRÓNICO

Lo normal es que el agua no se pueda beber.

En el recodo de la calle,
quién sabe qué le espera.

Unas casas están en pie y otras no.

Y el mar, que debiera ser atardecer sobre la arena,
allí es continuación incontestable del muro asesino.

Lo normal es el sobresalto en plena noche.

En el horario laboral, los disparos.

Lo habitual es la emergencia.

Habitual como el viento de verano.

Habitual como los indicios de desesperanza
bajo los que nacieron.



PATRICIA FERNÁNDEZ-PACHECO ESTRADA nace en Madrid en 1978, aunque creció en Alicante. Es licenciada en Derecho por la Universidad de Alicante, especializándose en Derechos Humanos en Italia y Grecia, y posteriormente desarrolla su trabajo en Costa Rica y Ecuador. Desde 2007 vive en Nueva York donde trabaja en Naciones Unidas. Ha obtenido el Premio de Poesía de la Universidad de Alicante en tres años consecutivos; el Cafetín Croché (El Escorial) y el Premio Colegio Miguel Hernández de Elda. Fue incluida en la XXI Selección de Voces Nuevas (Torremozas, 2008) y en la antología "El tejedor en Nueva York" (LUPI, 2011). Tiene publicado el poemario "Casa de Citas" (Torremozas, 2010).