INSONORA, DE LUCÍA LÓPEZ


Hace días la poeta Lucía López me envió amablemente algunos de sus textos. Poemas. Cuentos. Comienzo su lectura. Y muy pronto germinan las primeras perplejidades, las primeras interrogaciones. Poemas extrañados, de fuerte sabor existencialista. Poemas que bucean en apnea en los recovecos de la identidad, desposeídos de cualquier intentona totalizante. Conscientes de lo quebradizo y fragmentario. No se trata de una poética ensimismada, pero sí indagatoria. Itinerario de conocimiento (como reclama la poeta Goretti Ramírez) donde la emoción juega un papel esencial, a modo de gozne.

Para quién no la conozca digamos que nació en Jaén (1971). Obtuvo la Licenciatura en Derecho en la Universidad de esa ciudad. En la actualidad vive en Madrid donde trabaja en la asesoría jurídica de una empresa. Sus géneros preferidos son: la poesía (primero) y el cuento (después), no como compartimentos estancos sino en cuanto puedan intentar una reciprocidad con el resto de disciplinas artísticas y con las diferentes manifestaciones del pensamiento. Ha publicado en la revista Cuadernos del Matemático. Sus intereses pueden seguirse en el blog http://lincendiaire.blogspot.com/

Dejo a continuación dos poemas que me han resultado especialmente interesantes. Que los disfruten tanto como yo.

INSONORA

Trabajas en la calle -en casa también
trabajo sobre todo en casa -ahora salgo: a la calle
como tú
“agua corriente y vida corriente”-decís-
imagino que eres tú alguna de las que
pasean un lindo perro por el barrio
pero quizás no haya perro
somos nosotros -los perros -que no ladran
pero miran y tocan y cambian
“no quieres la vida que te toca”-decís-
tampoco la quiero -por eso sales-
-salgo, por eso cambias algunas
cosas
el spray: caligrafías extrañas
-dices- “somos luz”, lo digo también
lo digo sin tapujos
trabajo sobre lo que tú trabajas
y lo dejo al igual en medio de ninguna:
parte
si alguien es
capaz de verlo
puede trabajar asimismo
sobre -encima -en planos -afuera
en digital: por aversión:
se abre la linterna displicente:
ladytronix ladytronix ladytronix
ladytronix -no es un estribillo-
las dos en la puta calle
NO. todo va bien (JLG)
-y el olor-
del alma podrida de las hojas
en el suelo.

*Nota 1: agradecimientos a ladytronix, oruk, neorrabioso (“en el cine de tu niñez
pusieron un zara”: impagable) y demás grafiteros por sus frases, caligrafías y dibujos.
*Nota 2: Tout va bien: Jean-Luc Godard

LÀ-BAS

En la parte oculta
en el campamento de las sombras confusas,de risas nerviosas
donde las hebras de hierba
se rozan y se mezclan
donde se escuchan oníricos los pasos de las hormigas
y arriba todo es una confusión
de verdes y de azules, de ramas y de flores,
sombrío, húmedo como una vieja casa de cal
en lo oscuro, vive el zar de las torturas.
En la zona afecta, hay una pequeña prisionera
sabéis... lleva ya un tiempo
encerrada en una caja de zapatos,
su cabello, sus labios, párpados,
tobillos y muñecas están cosidos, zurzidos
con un finísimo punto de cruz
el hilo es rojo, y a veces, se confunde con restos de sangre.
En sus largos plazos de tiempo
aislada en una ceremoniosa tiranía
ha construido todo un mundo exterior
que en realidad ignora, amasa en sus sienes,
esbozado a base de escuchar expectante el discurrir,
lo que acontece ahí afuera
en forma de fauna abisal
que golpea su refugio impaciente por descubrir sus secretos.
Ella llora aturdida su secuestro voluntario,
un pájaro golpea con el pico la tapa de la caja,
las patas autómatas de los insectos provocan sonidos molestos,
todo bulle de vida, mientras consume sus últimas fuerzas
en ojeras, taquicardias insomnes,
todo parece atraerla a la confusión de lo desconocido.
El señor a veces ríe como sin dientes o tose hosco
dice cosas que sabe falsas,
la hunde en imposibles nostalgias
auyenta a los lobos su ira y la maldice.
Termina comprendiendo que no es el caos externo
lo que la palidece y paraliza
como animalitos en frascos de formol.
Afuera la brisa acontece fresca y sencilla
el cartón cruje y se estremece.
El amo de las madrigueras tuvo una cita en la localidad
era el día de la fortuna venida del norte
de frágiles alabanzas todo se agita
lo comprende y lo decide
arranca los hilos que la atormentan
caen sueltos como los puntos de una herida cicatrizada
empuja con las llemas de sus dedos el
filo que se desplaza sin un quejido,
un aire frío le hiela la nariz
entra otro oxígeno en este momento
se aparta, los restos de hilo que va dejando
por el camino son recuperados por incontables
hados de entre los matorrales como un raro tesoro;
desde la copa de los árboles podemos divisar
aún restos que entre la vegetación y la tierra mojada quedó
fundiéndose con la naturaleza que nos
desborda con sus acogedores brazos de florescencias y de tallos
hay un viento que corre ágil por las madrigueras;
mientras, solo con su tiranía,
incrédulo de tanta torpeza, el zar,
en su trono no golpea.
Hay una risa que no se sabe ni de dónde viene
ni adónde va
corre como el alma gemela de los charcos
a los petalos recién nacidos,
se desconoce si está presente en las fiestas o solares
si recorrió altiplanicies, cordilleras o sólo contempla a solas los mapas
conoció las casas de vigas fósiles sin puerta,
los picaportes a la esfera,
los alabastros de ventanas cónicas,
los pasillos de curva de ola con orilla
sin arena,
suspiró los cinco mil suspiros de la tierra
de ni triste ni feliz
y borró sus huellas con el dorso de la mano
en el silencio que nadie toca.

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