Queridos/as amigos/as,
Pues sí. Acabó 2010.
Ha sido un año, en términos sociales, difícil, lleno de injusticias. Hemos asistido (perplejos) al debilitamiento de muchas esperanzas, y también a la génesis de algunas resistencias.
Quiero pensar en cambio que, como sugería Emily Dickinson, podemos "hallar descanso en lo inseguro".
Ojalá la poesía y la vida nos ayuden a ello.
Nos vemos en 2011.
Dejo esta bellísima versión de Nouvelle Vague para recibirlo:
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