SHARON OLDS


Tengo la sensación de llegar tarde a muchas lecturas. Como si fuera un aprendiz eterno. Seguramente algunas cosas hubieran cambiado dentro de mí de haber conocido antes a ciertos poetas que para otros son, en cambio, viejos compañeros de fatigas. Una de esas poetas es la norteamericana Sharon Olds. No ha sido más que recientemente que supe de su existencia y pude leer un libro magnífico, imprescindible, creo. El padre, editado por Bartleby en el lejano ya 2004. Se trata de una poesía realista en el mejor sentido del término, en ese sentido que a menudo escasea por estos lares.

Por si existiera alguna persona tan rezagada como yo les diré que Sharon Olds nació en 1942en San Francisco (California). A tenor de lo que dice la Wikipedia creció como una "calvinista maldita". Después de su graduación en la Universidad de Stanford se transladó a realizar un Doctorado en la Universidad de Columbia. Olds ha sido galardonada en múltiples ocasiones con premios como The San Francisco Poetry Center Award, the Lamont Poetry Prize, The National Books Critics Circle Award, y el T. S. Eliot Prize. En la actualidad imparte clases de creación literaria en la Universidad de Nueva York.

Entre sus libros destacan: Satan days (1980), The Dead and the Living (1983), The Gold Cell (1987), The Father (1992), The Wellspring (1996), Blood, Tin, Straw (1999), Unswept Room (2002) y Strike Sparks: Selected Poems (2004).

En España sólo se han traducido: Satán dice, Igitur, 2001, con traducción de Rosa Lentini y Ricardo Cano Gaviria. El padre, Bartleby editores, 2004, con traducción de Mori Ponsowy. Y Los muertos y los vivos, Bartleby editores, 2006, con traducción de Juan José Almagro Iglesias y Carlos Jiménez Arribas. Aquí dejo sus portadas para que los veáis.





Debo decir que, de los editados por Bartleby, el que más me ha impresionado ha sido "El padre", porque ofrece una potencia expresiva inusual. Sharon Olds nos enseña un nuevo camino para la traducción de lo vivo: aquello que conecta la crudeza de lo matérico y las fragilidades de su representación.

Transcribo a continuación dos poemas que me han gustado especialmente:

SU QUIETUD

El doctor dijo: "Usted me pidió que le dijera
cuando no se pudiera hacer nada más.
Se lo digo ahora."
Mi padre estaba sentado,
casi inmóvil, como siempre, sin mover los ojos.
Yo supuse que se enfurecería al saber que moriría,
que agitaría los brazos, que gritaría.
Pero se quedó sentado,
limpio con su pijama limpio,
delgado, como un santo.
El doctor dijo: "Podemos hacer algunas cosas
para darle tiempo, pero no lo podemos curar".
Mi padre le dio las gracias.
Y se quedó sentado, quieto, solo,
digno como un rey extranjero.
Me senté a su lado. Ese era mi padre:
siempre supo que era mortal. En cambio, yo temí
que tuvieran que amarrarlo. Había olvidado
que siempre se quedaba así, aguantando,
en silencio, el alcohol un modo de callar.
No lo había conocido: mi padre tenía dignidad.
Al final de su vida, su vida
empezó a despertar en mí.

LO QUE ME IMPRESIONÓ CUANDO MURIÓ MI PADRE

No me impresionó de su muerte
que su rostro perdiera cuanto le quedaba de carne
como si sus huesos estuvieran creciendo;
ni la pequeñez de su último aliento,
mota de polvo bajo la cama de una muñeca;
ni el hogar abierto de su boca al morir;
o su corazón detenido, bajo supecho.
Las llamas que lo quemarían, la línea
que apareció bajo sus pupilas, la tierra que lo cubriría:
nada me impresionó hasta que desperté
junto a mi esposo y recordé que mi padre
no se afanó por respirar, con cuánta calma
su cuerpo recibió la muerte, ese aliento final
tan pequeño y, después, nada, ni un esfuerzo: eso
no me impresionó pero cuando lloré
y sentí el peso de mi esposo sobre mí
y las lágrimas sobre mi rostro mi cabello mis orejas
como si mi cabeza estuviera sumergida,
cuando lloré y él me hizo callar -los niños
al otro lado de la puerta y la esposa de mi padre
al otro lado de la pared delgada- cuando calló mi llanto
con su mano suave sobre mi boca
casi como si pensara que mi llanto podía sonar
como si yo estuviera acabando, eso me impresionó.

SHARON OLDS


Y ahora escuchemos la voz de la poeta...

4 comentarios:

  1. Ernesto, gracias por las referencias. Te aclaro que anterior a nuestra edición de "El padre" hubo una de la editorial Igitur de otra de sus obras: "Satán dice"/"Satan says".

    Saludos,

    Pepo Paz

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  2. Pepo, muchísimas gracias por la aclaración. Lo corregiré inmediatamente en el post.

    Un saludo.

    Ernesto

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  3. La traducción de The Dead and the Living en Bartleby es de Juan José Almagro Iglesias y, también, de Carlos Jiménez Arribas. El libro contiene dos textos para mí excepcionales: Poema de cumpleaños para mi abuela y Poema del adiós.

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  4. Error imperdonable. Espero que mi amigo Carlos Jiménez Arribas no se enfade. Ahora mismo lo modifico. Muchas gracias por la puntualización.

    Y, por cierto, enhorabuena por "Fámulo", me pareció un texto espléndido, aunque si mal no recuerdo ya se recogían algunos poemas en "Ciudad propia". Lo dicho, un lujo saber que de vez en cuando visitas mi blog.

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